Doce confinados se gradúan de la UPR: “Todo el mundo tiene derecho a cambiar”

Christopher Reyes Pérez celebra entusiasmado su bachillerato durante la ceremonia de ayer. (Teresa Canino Rivera)

Sonó la grabación de la marcha y empezó el desfile. Asomándose por encima de mascarillas diseñadas para la ocasión, ojos sonrientes, algunos húmedos tal vez por la emoción, aparecieron en tarima. Togas negras, birretes, peinados como de salón, todo lo que manda un momento así. Abajo gente de pie, aplaudiendo a rabiar, no menos emocionada que los de la tarima. Más de un “¡bravo!” se dejó oír nítido sobre el tumulto de los aplausos.

Pasó el miércoles por la mañana en el Anfiteatro Isabelo Zenón de la Facultad de Estudios Generales del Recinto de Río Piedras de la Universidad de Puerto Rico (UPR). Parecía cualquier día de logros, de cualquier institución académica. Pero no lo era. De hecho, es algo que nunca antes había ocurrido en los más de 100 años de historia de la UPR. Ver noticia completa